lunes, 17 de agosto de 2015

Slinkachu

Dicen que todos los artistas tienen algo de niño interior que se niega a crecer  y este tipo es un claro ejemplo de eso. Aunque tiene la adultez suficiente para abandonar su obra a la buena de dios porque eso es parte de la obra en si; qué pasa después de que las instala.

Slinkachu es un artista callejero británico que se diferencia mucho del concepto general que tenemos de éstos. En contraste con el arte de Shepard Fairey y sus posters gigantes de propaganda o Banksy y sus stencils críticos, o los mosaicos de Space Invader, el enfoque de este artista es mucho mas sutil, mas sensible. Tranquilamente podés pasar por al lado de una de sus instalaciones y no darte cuenta de que está ahí.
Por qué? porque las obras de este artista de 36 años son en miniatura y en general se advierten desde su página o blog en macrofotografías, ya que sus figuras, a veces, no superan el centímetro de altura. 









El proyecto "Little People" de este ex director de arte comenzó en 2006 en Londres y se extendió por varias ciudades importantes del mundo como ser Amsterdam, Barcelona, Manchester, Stavanger (Noruega), Rotterdam, Ciudad del Cabo, Doha, Berlin, New York y algunas ciudades de Italia.
Las escenas siempre contienen un toque de humor surreal, pero también un punto de amargura y melancolía. Los personajes de Slinkachu están perdidos, desubicados y superados por su entorno.

Slinkachu utiliza figuras humanas de los juegos de trenes a escala y las modifica utilizando un cuchillo y una lupa. Un hombre que monta una bicicleta puede convertirse en un superheroe saltando de un edificio, también los pinta para darles el atuendo adecuado para la escena. Y para las "escenografías" utiliza objetos de la vida cotidiana. Un helado derretido se convierte en un trampolín de una pileta, una tapa de botella se convierte en un bote, una pelota de tenis es una isla desierta y una bolsa de basura verde, una pradera. Incluso utiliza elementos del entorno, una grieta es una cueva, una planta es una hamaca y un charquito es un gran lago.
La idea del artista es destacar por medio de la escala cómo se vive en las grandes ciudades. Cómo respondemos al ambiente urbano y como la ciudad puede ser un lugar difícil y muy solitario donde los problemas y las experiencias de la gente pasan desapercibidos a los demás. Este último detalle es parte fundamental de la obra. El artista deja las figuras abandonadas una vez que las fotografió y no vuelve a verificar si sobreviven al trajín de la rutina metropolitana. Le gusta la idea de que el destino de estos personajes es de ellos en interacción con la ciudad, el clima y la gente. Como que esta "gente pequeña" tiene su vida, sus problemas y sus experiencias en la ciudad como todos nosotros. Y así, en cada instalación, hace una clara critica a la sociedad moderna. En sus palabras "Me gusta la idea de que las historias de esta gente pequeña continua una vez que las dejo ahí. Parecido a la gente real con la que uno se cruza en la calle. No quiero saber que pasa con ellos, pero hay una sensación extraña al abandonar tu obra en la calle. Espero que la gente las encuentre sola, pero parte de la idea también es que pasen desapercibidos."
Muchas de las obras cuentan historias alegres, como una mujer bañándose en una catarata que sale de una botella de Sprite o unos jóvenes haciendo skate dentro de una cascara de naranja, pero en general cuentan historias dramáticas de la vida moderna en la ciudad. El miedo, la soledad y la vulnerabilidad.
Es realmente increíble como funciona la escala, que algo tan pequeño pueda producir emociones tan grandes. 
Últimamente trabajó para Marvel en la campaña de la película "Antman" dejando escenas de acción dispersas por toda la ciudad de Londres.
Realmente un artista de una calidad y sensibilidad notables tanto por la atención al detalle de sus obras, lo claro de las escenas y la madurez de desprenderse de la obra y dejarla a su propio destino.









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